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Una silla de ruedas es un dispositivo de movilidad diseñado para ayudar a las personas con dificultad para caminar. Consiste en un asiento montado sobre un armazón con ruedas, que permite a los usuarios moverse con la ayuda de propulsión manual o eléctrica.
Una persona con ELA utiliza una silla de ruedas cuando caminar de forma independiente o con un andador se vuelve demasiado difícil. En algunos casos, una persona puede utilizar una silla de ruedas solo en determinadas situaciones, como para evitar largas distancias o períodos de pie.
La mayoría de las sillas de ruedas, ya sean eléctricas o no, pasan fácilmente por las puertas interiores de la mayoría de los edificios. Pueden surgir problemas al intentar pasar por esquinas o por encima de umbrales.
Un umbral de menos de 1 pulgada (25 mm) puede ser suficiente para causar dificultades para una silla de ruedas manual. Las sillas de ruedas eléctricas pueden superar umbrales de hasta 3 pulgadas (76 mm).
Antes de comprar una silla de ruedas, se puede evaluar su adaptación al hogar creando una plantilla de cartón del ancho y largo totales de la silla de ruedas, incluyendo un largo adicional para tener en cuenta los pies del usuario. Al maniobrar esta plantilla por la casa, se pueden identificar posibles obstáculos o espacios reducidos donde la silla de ruedas podría chocar contra las paredes u otros objetos.
Si se determina que la silla de ruedas no puede desplazarse por partes esenciales de la casa y no es posible usar una silla de ruedas más pequeña, puede ser necesario considerar la posibilidad de mudarse a otra residencia.