La ELA no afecta directamente al sistema endocrino, pero hay evidencia de cambios en los niveles hormonales en personas con ELA, cuya causa no se conoce bien. Hay poca investigación sobre el impacto de la ELA en el flujo menstrual, pero hay informes anecdóticos de flujo más ligero o más abundante en algunas personas.
La aplicación de productos como tampones, copas menstruales o toallas sanitarias puede seguir siendo controlada por la persona hasta que la reducción de la movilidad le impida hacerlo. Una vez que la persona ya no puede controlar la aplicación de estos productos, debe hacerlo un cuidador o un proveedor de atención médica. Las toallas sanitarias se utilizan exclusivamente para facilitar la aplicación durante las etapas posteriores de la enfermedad.
Las toallas sanitarias deben cambiarse al menos cada 4 a 8 horas, con mayor frecuencia si el sangrado es abundante. Los cuidadores pueden aplicar las toallas sanitarias a la ropa interior o a los calzoncillos habituales, según las necesidades de continencia.
Las compresas deben ser revisadas regularmente por un cuidador, cada 2-3 horas debería ser suficiente a menos que la persona esté sangrando profusamente, en cuyo caso debe revisarse al menos cada hora.
Debido a la edad promedio de aparición, las personas pueden estar lidiando con ELA mientras también atraviesan la menopausia.
La menopausia puede provocar un período de ciclos menstruales irregulares. La menstruación puede ser más o menos frecuente, más abundante o más ligera de lo habitual o puede durar más o menos. Si un cuidador proporciona cuidado perineal, se debe controlar la ropa interior o los calzoncillos para detectar cualquier sangrado.
La menopausia puede provocar síntomas como sofocos y sudores nocturnos. Si la persona ya no tiene la movilidad para cambiarse de ropa, deberá notificar a su cuidador si su ropa se ensucia con sudor. La ropa sucia debe cambiarse lo antes posible, ya que pasar un tiempo prolongado con ropa mojada puede provocar daños en la piel.
La menopausia puede provocar confusión mental; Este síntoma puede coincidir con la confusión mental causada por la disfunción respiratoria debido a la ELA. La confusión mental de la menopausia suele durar todo el día, mientras que la confusión mental causada por la disfunción respiratoria se nota principalmente al despertar por la mañana y puede ir acompañada de dolores de cabeza, mayor fatiga o dificultad para respirar. La sensación de confusión mental siempre debe ser informada al médico.