Una tabla de transferencia es cualquier tabla plana y relativamente delgada que se utiliza para pasar de una posición sentada a otra, como de una silla de ruedas a un inodoro.
Las tablas de transferencia varían en tamaño y complejidad; algunas están hechas de plásticos de alta tecnología y tienen un disco móvil para facilitar el movimiento, mientras que una pieza de madera contrachapada con bordes lijados también se considera una tabla de transferencia.
Probablemente se necesitará un asistente para colocar la tabla a menos que la persona haya conservado la mayor parte de su fuerza en las extremidades superiores.
La tabla debe colocarse debajo de la persona antes de que se pueda colocar el otro extremo en el destino. La persona debe poder usar sus brazos para levantarse o darse vuelta lo suficientemente bien para que un asistente realice la colocación. Algunas superficies, como los cojines de los asientos de las sillas de ruedas, pueden ser lo suficientemente flexibles como para que la tabla de transferencia se pueda colocar debajo con una mínima intervención de la persona que la usa.
Se debe tener cuidado al colocar la tabla debajo de la persona, ya que existe un riesgo muy alto de golpear a la persona en la zona perineal. Es fundamental que la tabla se coloque debajo de los huesos isquiones de la persona en ambos lados, o al menos solo en un lado de manera que la persona pueda comenzar a transferir el segundo lado por sí sola.
La colocación de la tabla en el destino es sencilla, sin embargo, se debe tener cuidado de asegurarse de que no esté demasiado cerca de ninguno de los bordes del destino, ya que puede moverse durante la transferencia y caerse.
El viaje cuesta abajo es ideal porque la gravedad proporciona un apoyo valioso. Las superficies que se pueden ajustar en altura, como las camas de hospital o las sillas de ruedas eléctricas con una función de elevación, se pueden colocar para garantizar que los viajes hacia y desde ellas siempre sean cuesta abajo. Si bien los viajes planos o moderadamente cuesta arriba son posibles para algunas personas en determinadas condiciones, dependen de la fuerza individual.
Las técnicas exactas que se utilizan para realizar el viaje por la tabla de transferencia pueden variar según la fuerza de la persona y las superficies de las que parte y a las que se dirige. En la mayoría de los casos, se requiere un asistente.
El asistente debe observar a la persona que realiza el viaje y brindar apoyo para garantizar que la tabla de transferencia no se mueva. El asistente debe supervisar todo el traslado hasta que se complete.
No se deben utilizar tablas de transferencia si la persona que las cruza no puede usar los brazos para mantener el apoyo de la parte superior del cuerpo.
Siempre debe haber un asistente cerca y supervisar el traslado. Si la persona se cayera, el asistente debe intentar reducir el impacto ayudando a frenar la caída. Sin embargo, el asistente no debe interponerse completamente en el camino de la persona que se está cayendo, ya que ella misma podría lesionarse.
Las tablas de transferencia no deben usarse en elevaciones altas.